sábado, 22 de diciembre de 2012

PARA ESTAS NAVIDADES...

Quiero hacer mías las palabras de un viejo amigo que ya traje hace un tiempo a estas páginas, referidas a las inevitables compras de estas fechas. Sabemos que es casi imposible sustraerse a la oleada de consumismo que nos acosa allá donde miremos, y que será inevitable ir a la búsqueda de los juguetes que, pensamos, harán felices a nuestros hijos.
Pero, no nos engañemos, no hay nada como nuestro tiempo compartido con ellos, no importa con qué juego....



Los mejores juegos y juguetes.-

Para los más pequeñitos:
  • las tetas de mamá
  • las manos rugosas y duras de papá
  • el montón de dedos de sus propias manos
  • el enjambre de dedos de sus propios pies
  • los cabellos de cualquiera
  • todos los seres vivos
  • todo lo suave, luminoso y bello
Cuando ya caminan:
  • un grifo chorreando agua fugitiva y festiva
  • un armario milagroso donde hay: -telas suaves de colores vivos-cintas que crecen y crecen...
  • celofán transparente y crujiente
  • un despertador roto
  • una tapadera vieja que hace "gong"
  • una liga de la abuela que se estira
  • piedras redondeadas y limpias
  • un muñeco viejo y tuerto
  • un pelotón cualquiera
  • otro hermanito....
Más tarde:
  • árboles y tapias para trepar
  • una cocinita con sartén y ollas desportilladas
  • una muñeca de trapo con vestidos pasados de moda
  • piedras que saltan sobre el río haciendo "txipi-txapas"
  • otro pelotón
  • otros niños...





sábado, 15 de diciembre de 2012

NADA SIN ALEGRÍA

Esta  frase  preside la entrada de una de las escuelas de Reggio Emilia, en la región italiana de Emilia-Romaña, bajo la filosofía del que fue el gran pedagogo Loris Malaguzzi.

Nada sin alegría. El discurrir de cada día del aula, nuestras intervenciones como educadores, las diversas propuestas que ofrecemos a los niños y niñas, todo eso debe tener siempre como fondo el placer de educar y aprender.  Nada que ver con esa "pedagogía del esfuerzo" de la que tanto se enorgullecen algunos ¿representantes? de la política educativa. Lejos quedó, por suerte, aquella máxima que oíamos de nuestros mayores, "la letra con sangre entra". No queremos volver atrás.

En mi quehacer educativo, sólo pido no perder el entusiasmo y las ganas de entrar cada día a mi aula, para encontrarme con estos compañeros de viaje de los que tanto aprendo.



sábado, 8 de diciembre de 2012

EL AHORA

Jugar es algo muy serio. Precisa de imaginación, concentración, llegar a acuerdos con el otro, saber esperar, proponer. Y cuando están enfrascados, no hay nada más importante. El reto al que se enfrentan para conseguir construir la torre más alta, llegar a alcanzar el equilibrio, subir y subir con la expectación de hasta dónde llegará sin caer... para después estallar en risas y volver a empezar, una y otra vez, sin cansarse. Para esto no hay tiempos prefijados, ni asignaturas que nos señalen si ahora toca aprender de... y ya suena el timbre, o es la hora de almorzar, o cualquier otra actividad y debemos dejarlo para otro momento.

Aunque no haya nada más importante, en esos instantes, que el AHORA en el que ellos saben estar, sin pensar -como nos ocurre a los adultos- en lo que haremos después.




domingo, 2 de diciembre de 2012

LA PUERTA

La puerta del aula tiene la función de resguardar, proteger, aportar intimidad  al grupo... Pero también, al abrirla, se convierte en una invitación a la participación y la complicidad. La escuela transparente y acogedora debería estar, sino siempre, a menudo abierta. Abierta a la mirada del otro, a tranquilizar, a recibir y escuchar aportaciones y propuestas. Durante todo el año. No valen sólo esas pinceladas de apertura en Navidad, en carnaval, al despedir el curso. Es más lo que nos une que lo que nos separa, estamos en el mismo lado.
Entrad...Si no os lo ofrecemos, pedidlo. Todos saldremos ganando.