Semana intensa y ajetreada, en que hemos combinado nuestras actividades habituales -asambleas, juego en rincones, rutinas diarias- con otras excepcionales propias de la fecha en que nos encontramos.
La Navidad se acerca y todo en la escuela nos lo recuerda: la decoración de los pasillos, los villancicos, la visita sorpresa del Olentzero, una rica chocolatada hecha con cariño por nuestras familias y la preparación del festival nos han tenido ocupados y activos todos estos días.
Llegan ahora momentos de estar en familia y vivir este ambiente navideño que tanto emociona a nuestros peques. Disfrutadlos a tope. Aquí estaremos para recibiros con ganas a la vuelta.
Esta vez nuestra salida ha sido muy entrañable, por varias razones. En esta escuelita muchos de los niños y niñas pasaron sus primeros meses de vida, y ahora lo recuerdan con cariño. Esta vez son los mayores, y miran con ternura a los bebés y otros pequeños, quienes nos observan asombrados.
Nos han acogido con mucho cariño, hemos intercambiado canciones, han jugado un ratito y compartido almuerzo.
El próximo curso veremos a muchos de estos peques en nuestra escuela, y les cuidaremos. Como a nosotros nos han cuidado...
En esta ocasión vamos a hablar de emociones, pero desde nuestro papel como adultos que educan y se ponen en la piel del niño.
En el V Congreso de Educación Emocional celebrado el pasado 23 y 24 de noviembre -organizado por la asociación "Padres formados" - yo he aprendido mucho, y creo que, como yo, las casi trescientas personas -docentes, padres y madres y otros profesionales de la educación- que ahí estuvimos.
A lo largo de esos dos días escuchamos ocho fantásticas ponencias en las que nos transmitieron la importancia de la educación emocional para poder aprender, pero sobre todo, para saber vivir.
Me quedo con algunas frases, que aquí os dejo para la reflexión:
-el niño tienenecesidades fisiológicas, afectivas, cognitivas y sociales que debemos satisfacer. Una necesidad no es un capricho, pero tenemos que saber diferenciarlos.
-el adulto tiene que estardisponible (físicamente presente), accesible (a disposición siempre que el niño le necesita) , ser capaz de sintonizar -empatizar, comprender- con la emoción del niño y ser responsivo (dar respuesta a la necesidad del niño).
-la ausencia de límites es otra forma de maltrato infantil. Debemos ofrecer: ternura, disciplina y comunicación. Es decir, un equilibrio de flexibilidad y firmeza, aderezado con amor.
-el error es bueno: la equivocación como base para aprender y construir un adulto con una autoestima sana, que es más feliz y hace más feliz a los demás.
A las papás, mamás, educadores... no se nos pide ser superhéroes, pero sí dar, entre todos, lo mejor en cada momento. Y cuando nos cansemos... comprendernos y no castigarnos con autorreproches.
Somos humanos. Vamos a tratar de mejorar, cada uno desde donde podamos, la humanidad de la que formamos parte.
Aquí os dejo un par de imágenes del Congreso, y una pequeña charla de uno de los ponentes que nos puede ayudar.
Si hay un sitio por el que todos los niños y niñas de Beriáin pasan a menudo, es la consulta del pediatra. Joan, un afable médico, y Noelia, nuestra enfermera, les atienden con cariño y mucha mano izquierda.
El pasado jueves tuvieron la amabilidad de permitirnos acudir al Centro de Salud para visitarle...¡en masa! allá que nos fuimos, los dos grupos de segundo de infantil, en esta ocasión para ver y escuchar lo que tenían para contarnos.
Nos enseñaron el instrumental, niños y niñas participaron con sus agudas intervenciones, reconocieron los juguetes con los que se tranquilizan en las visitas... y lo mejor de todo, cada uno nos fuimos con una pegatina en la mano.
Ellos nos acogieron con ilusión, y nosotros dejamos en los pasillos un rastro de alegría... que siempre es bien recibida.
Al día siguiente, otra oferta apetitosa: visitamos la sociedad del pueblo a la que en ocasiones acuden muchos de nuestros niños a celebrar cumpleaños y otros eventos. David nos sorprendió con una puesta en escena de luces y música, además de un piscolabis, que les -nos- encantó. También tuvimos ocasión de tocar el bombo, uno a uno.
Al salir, una pequeña tormenta de viento y agua convirtió nuestra excursión en una aventura, que nos dejó muy buen sabor de boca.
Como todos los años por San Martín, celebramos la castañada en todo el cole. Para los alumnos de infantil y primero de primaria tenemos un cuentacuentos, en el que un "pastor" nos narra historias antes de salir al patio a recoger nuestra bolsita de castañas que, de manera desinteresada, nos han preparado algunas familias muy implicadas con la escuela.
Después, a nuestras clases en las que nos acompañan mamás, papás y otros familiares que comparten este ratos con nosotros.
Gracias a todos. Nos gusta encontrarnos en un espacio común, en el que niños y niñas se sienten parte de una misma familia.
Considero que TODO lo que vivimos en la escuela conlleva aprendizajes de distinto tipo: emocionales, relacionales, competenciales... no sólo las letras, las "mates"... sino nuestro roce diario. Pero también es verdad que, académicamente, hay contenidos que es necesario abordar.
Desde el aula tratamos de hacerlo dinámico, interesante, fomentando su interés.
Aquí, como en la vida, es imprescindible sentir que lo que hacemos sirve para algo... o lo aprenderemos y lo olvidaremos. Tratemos de que no sea así, que el deseo de aprender siga encendido en estos niños y niñas que, un día, serán adultos.
Esta semana nos acercamos hasta el Club de Jubilados, donde amablemente nos reciben "los dos Antonios". De su mano nos asomamos al balcón desde el que se tira el chupinazo en fiestas, y gritamos: ¡viva las fiestas de Beriáin!
. Nos muestran las instalaciones: cocina, despacho, sala de lectura... y la zona recreativa, en la que, nos explican, hombres y mujeres del pueblo "echan el rato" jugando al bingo, a las cartas, al dominó...
Pero además de esto, nos tienen preparada una gran mesa llena de bocatas, chuches y refrescos, para celebrar el día especial que es hoy. Y nos dicen lo contentos que están de nuestra visita, y que podemos volver cuando queramos.
¡Gracias!
Desde este espacio os invitamos a devolvernos la visita a nuestro cole, estaremos encantados...
