Cómo nos ha gustado tenerles con nosotros, escuchar de boca de nuestras abuelas y abuelos recuerdos agradables de su infancia; conocer juegos de los que no teníamos noticia: la tanga, el diábolo, la picota, el yaqui, y otros más conocidos, como la cuerda, la gallinita ciega, el corro chirimbolo, las cabañitas, disfrazarse... Nos ha sorprendido oír que ¡no tenían televisión! y que la mayoría de los juguetes los fabricaban con cosas tan simples como una caja y una cuerda, para hacer un camión, o trapos y lanas, con los que fabricaban la mejor de las muñecas...
Un rato agradable y entrañable, en el que todos -ellos y nosotros- nos hemos sentido felices.
Volved cuando queráis, nuestra puerta estará siempre abierta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario