En estos días de calma y sosiego, en que no me encuentro rodeada de niños, he tenido la oportunidad de conocer un poco más a esa parte de la familia que a veces olvidamos, los "mayores", por medio de un hermoso libro escrito por el abuelo de uno de mis pequeños alumnos. A través de sus páginas nos cuenta de forma sencilla y poética cómo era la vida hace no tantos años en el pueblo, y sobre todo cómo sabían disfrutarla a pesar de las dificultades, sacándole todo el jugo.
Quiero felicitar desde aquí a todas esas personas que hoy traen de su amorosa mano a los nietos al colegio, y que calladamente siguen aportando felicidad, teniendo su sonrisa como principal recompensa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario