PENSAR Y SENTIR

Los chicos y chicas de la escuela están acostumbrados a todo tipo de actividades, la mayoría con carácter lúdico, lo que no significa superficial ni prescindible. Para ellos todo es importante, no separan el pensar del hacer, aunque desde luego, necesitan esto último para pasar del plano de la mente al de los sentidos.

Podemos contemplarles tratando de averiguar qué hay en ese nuevo cartel del pasillo (son profesoras, es mi tia Elena...), para después relacionarlo con lo que ellos ya conocen (científicos, esos  que estudian de los planetas y el universo...) y pasar a una visita al laboratorio.
Hablamos del color y sus mezclas, y ellos presentan  sugerencias para conseguir colores nuevos y pintar así flores a las que irán las abejas... de las que acabamos oliendo y degustando su miel en deliciosas tostadas.

Y tan a gusto.