Algunas veces no entendemos las reacciones de los niños, esperamos que nos gratifiquen con su sonrisa, que respondan a las expectativas de los adultos como nos gustaría, que muestren agrado y sean como deseamos... Pero ellos son naturales, no tienen el filtro del disimulo, y gestionan a su manera "eso" que les mueve el corazón y las tripas.
Así son. Así les queremos.
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