NO PASA NADA

" Y no pasa nada, porque sonaba la sirena, y tú te asustaste y llorabas y no tenías que llorar...". Así recordaban dos niñas durante el momento del almuerzo un acontecimiento ocurrido en el cole hace ya bastantes días, el simulacro de evacuación. A pesar de estar hablado y explicado, hubo quien no pudo contener las lágrimas ante el repentino follón de sirena, salida rápida hacia el patio y el alboroto que conlleva un montaje de estas características.
Pero lo que para los adultos es algo pasado y olvidado, en sus mentes sigue vivo, y no sólo eso. Son capaces de sentir empatía por el otro, pero al mismo tiempo aconsejar y quitar hierro al asunto. Y sí, parece que se consigue, pues la sonrisa que borra el mal momento muestra que ahora se puede estar tranquila al recordarlo y ver que no era para tanto.
Al mismo tiempo, una manita asoma por una esquina,  quizá para aportar un nuevo punto de vista a esta interesante conversación.

Si escucháramos un poco más...