viernes, 20 de diciembre de 2013

AHORA DISFRUTEMOS EN FAMILIA

Estas últimas semanas sí que han estado repletas de emociones, cierta tensión -por parte de los adultos, sobre todo- y nervios de los buenos de última hora, antes de mostrar a las familias lo que con tanto ahínco hemos preparado. Por fin, la fiesta, los bailes, risas y hasta alguna lágrima, para terminar celebrándolo ya tranquilos en nuestro espacio seguro, nuestro cole.

Ahora nos despedimos por unos pocos días, deseando a todos que vivamos con los niños la magia e intensidad  de la Navidad. Tratemos de no dejarnos arrastrar demasiado por tanta propaganda que nos empuja a consumir sin freno y vivamos, en cambio, la intimidad de la vida en familia.

¡Feliz Navidad! Eguberri On!



domingo, 15 de diciembre de 2013

APRENDIENDO



En esta ocasión, no vamos a tratar de las emociones de los niños, sino de las de nuestros mayores. He aquí el relato escrito (que ha sido merecedor de un premio) por un abuelo entrañable de nuestra escuela. Un ejemplo de solidaridad y empatía con quienes no están tan bien, aquellos a los que la edad pasa factura, y que,  en realidad, están muy cerca de los más pequeños...

Gracias Alberto.

Disfrutad con esta pequeña pero conmovedora historia.






TU VIEJA MALETA

Como es lunes, estoy esperando a Félix y, a pesar de que corre el mes de mayo, me abrigo con la misma ropa que en enero, pues este año el invierno se resiste a abandonarnos.

Félix, Javier y yo, Alberto, hace ya bastante tiempo, pasamos la tarde de los lunes en la residencia "El Vergel” de Pamplona.

Cuando Karmele, nuestra coordinadora en el Voluntariado, nos insinuó la posibilidad de acompañar los lunes por la tarde a Ismael, Isidora y José Luis, residentes en el geriátrico, nosotros, con inquietudes y deseos de aliviar el peso de algunas vidas, que al ir aproximándose a su final se hacen duras, aceptamos encantados.

El primer día, al menos yo, fui con curiosidad y mucho temor, pues me sentía, a la vez que esperanzado y con muchas ganas, inepto para una experiencia tan desconocida.

Ahora, lo digo con gran satisfacción: La pared que me impedía caminar, como si fuera un cristal de hielo, se fundió con el primer apretón de manos y el primer beso de Isidora.

Era tanto el calor humano que transmitían aquellas personas, que quedamos atrapados de inmediato

Nos sentamos todos juntos en animada tertulia, conociéndonos y escuchando con agrado las muchas cosas que, los tres a la vez, nos querían contar.

Ese mismo día se nos sumó Silvestre y, sin pasar tres semanas, el corro tenía más de quince sillas.

Me asombra lo fácil que me resultó todo. ¡Qué tardes más agradables pasamos, charlando, escuchando, riendo los chistes de todos los días, bailando, tomándonos el pelo, cantando y, hasta llorando, pues las lágrimas compartidas son menos dolorosas! Fui a "El Vergel” con la intención de aliviar el peso de algunas vidas. No sé si lo habré conseguido. Creo que sí, a juzgar por el cariño que me demuestran y lo contentos que se ponen cuando me ven.

De lo que sí estoy seguro y, además, felizmente seguro, es de lo mucho que se ha enriquecido mi vida

Son tan asombrosamente grandes sus ganas de vivir, su cariño, su humanidad, que han hecho crecer mi autoestima muchos enteros.

Nunca, nadie me había tratado con tanto cariño y me había hecho tan feliz como mis amigos los tertulianos de El Vergel.

En estas cálidas tardes estoy aprendiendo muchas cosas: Estoy aprendiendo a escuchar. Todos quieren hablar; pero no hablan si no se les escucha. Es de admirar cómo respetan el turno. Nunca se interrumpen.

A pesar de que nos cuentan siempre las mismas cosas, como para ellos es siempre la primera vez, las cuentan con el entusiasmo de la novedad.

Estoy aprendiendo a hablar: Cuando hablo tengo que estar bien seguro de lo que digo, porque todos callan y escuchan con mucha atención.

Siempre he tenido miedo a hablar en público. Ahora, gracias a ellos, lo hago con mucha más seguridad.

Estoy aprendiendo a vivir: Para vivir no hace falta viajar con gran equipaje. Con saber aceptar tu vieja maleta llena de recuerdos y sentimientos es suficiente.

He recibido mucho, muchísimo más de lo que he dado.

La primera mano que estreché en El Vergel, fue la de Ismael, mano huesuda, descarnada, parecida a una zarpa de raíces que se quiere hundir en la tierra para volver a germinar; mano que aún tenía energía para apretar.

Ismael a sus 101 años; era alto, muy delgado; su cara aún conservaba unas facciones agradables que recordaban su elegancia y belleza. Había sido un hombre guapo.

En su habitación no había espejo, pero una fotografía de sus tiempos jóvenes lo sustituía. En esa fotografía se miraba Ismael y así se veía siempre joven, guapo y sacaba fuerzas para afrontar un nuevo día.

Apoyándose en un ligero bastón deslizaba sus pies por el brillante suelo de la casa.

Su cabeza estaba en orden; pero era de su juventud de lo que le gustaba hablar. Veo cómo, cuando nos contaba sus pequeñas travesuras de monaguillo o sus tareas de sacristán, sus acuosos y apagados ojos se le encendían e iluminaban su rostro haciendo que se pareciese más al de la fotografía de su habitación.

Javier, mi compañero, que canta bien, entonaba el kirie de la misa de Angelis e Ismael, transportado a la parroquia de su pueblo cantaba la misa entera y, con el incensario en las manos hacía la reverencia a Javier, que en ese momento sustituía a su párroco.

Esos momentos para Ismael eran sublimes. ¡Cómo me gustaba ver su cara iluminada por la luz que desprendían sus ojos!

Era muy mayor y no tardo mucho en abandonar la tertulia.

En sus últimos días le acompañábamos en su habitación. ¡Cuánto le costó morir y cuánto sufrió!

Yo le solía masajear los pies y las piernas. Sigue, me decía si yo paraba; sigue, que me duele mucho.

Le gustaba rezar y yo le acompañaba, ponderándole su fe, su bien hacer y bien vivir ayudando a su párroco en la iglesia de su pueblo. Le recordaba su trabajo como labrador; lo mucho que amaba a "El Negro” y a "El Royo”, sus bueyes.

Él hablando de estas cosas se sentía bien y muy reconfortado. Me apretaba la mano, cada día con menos fuerza, pero no me la soltaba. Con mi mano entre las suyas se encontraba seguro y, por unos momentos se olvidaba de lo mucho que le dolían sus llagas.

A Ismael le costó mucho y sufrió mucho.

Isidora me decía:- El pobre, cuando no estáis vosotros se queja continuamente; tiene mucho dolor. ¿Por qué no le ayudan para que no sufra? También yo me hacía esa pregunta.

Por fin recibí la llamada que estaba deseando. Karmele me anunció: -Ismael ha dejado de sufrir.

En la tertulia había tristeza; pero lo que más se palpaba era una sensación de alivio y bienestar porque habían dejado de oírse sus gritos de dolor.

Ismael, ya no sufría.

Ismael descansaba y un aura de gozo nos cubría a todos los tertulianos.

Isi, sin decir nada, me tomó de la mano y, con paso titubeante, me llevó hasta la capilla.

Vamos a rezar a San Miguel –me dijo. Es el Patrón de mi pueblo y está ahí, en el retablo, escuchándonos. Yo recé una oración en voz alta; pero a ella no le salían las palabras, aunque sí unas lágrimas silenciosas que le surcaban sus arrugadas mejillas, mientras su mano se aferraba con fuerza la mía.





viernes, 6 de diciembre de 2013

ORDEN Y EQUILIBRIO

Los niños encuentran placer en buscar de manera natural el equilibrio y la alternancia ordenada de elementos que tienen a su alcance, sin necesidad de que los adultos -sobre todo las "maestricas", con la sana intención de alcanzar los objetivos curriculares- tengamos que indicarles nada. Quizá, cuando les ofrecemos una actividad con poco sentido para ellos, decidan romper justamente esa secuencia que a nosotras nos interesa -"ahora pon: verde-rojo-verde-rojo..."- rompiendo entonces el molde en que queremos aprisionarles
 -" rojo-rojo-rojo-¡verde! "-.

Aquí, se han sentido libres para organizar en un pequeño espacio una estructura perfecta...







viernes, 22 de noviembre de 2013

A RIENDA SUELTA

Emoción contenida, sujetando el cuerpo que anticipa lo que va a venir, la cuenta atrás antes de salir disparados y soltar toda la energía acumulada en ese tiempo de espera.
Derribar el muro (el real y el interior), para cada uno expresar lo que lleva dentro, según la forma de vivirlo: con toda su ser  o poquito a poco, construyendo, deshaciendo, o dejando un tiempo para la calma y el estar, aun con todos, con uno mismo.









domingo, 17 de noviembre de 2013

QUIETOS COMO ESTATUAS


Con qué seriedad abordan actividades que para ellos tienen valor… El/la modelo que se sabe observado al detalle por sus compañeros. Los amigos que tratan de captar cada rasgo del que ahí posa, y lo llevan al papel tal y como ellos lo sienten. La capacidad de estar largo rato, quietos, atentos, como si en ello les fuera la vida.

Después, en otros momentos del aula,  diremos: “es que no sabe estarse quieto ni un minuto”. Ya ves…










sábado, 9 de noviembre de 2013

CARGADO DE SENTIDO

Los cuentos, representados, escuchados o  protagonizados por ellos, provocan profundas vivencias atrapadas en un instante. Todos sus sentidos sumergidos por esa experiencia vital, entrando en lo que se les presenta, atentos, nunca indiferentes. Como decía Aristóteles: "no hay nada en la inteligencia que no haya pasado antes por los sentidos".
Son momentos mágicos en los que dan todo su ser, indiferentes a todo lo que les rodea.





sábado, 2 de noviembre de 2013

QUIÉN DIJO MIEDO

De nuevo traemos a este espacio una de las emociones más poderosas que atrapa a los niños -también a nosotros, adultos-,  aunque a veces nos gustaría negar su presencia. Hablamos del miedo. A situaciones y hechos concretos (la visita al pediatra, el primer día de escuela, las olas del mar...) pero también y sobre todo, el miedo a lo que no vemos, pero está ahí, agazapado en el fondo de nuestras mentes; aparece sobre todo por las noches, tomando forma de pesadillas que sólo se irán con la llegada de mamá o papá junto a la almohada.
Por eso está bien sacar los miedos a pasear de cuando en cuando, en  cuentos, canciones, días como el que acabamos de pasar, dándole aires de fiesta que nos permita espantar nuestros temores sin esconderlos, como si no existieran...







sábado, 26 de octubre de 2013

APRENDER HACIENDO

De lo real a lo ficticio, y viceversa, nos adentramos en el conocimiento de distintas formas de vivir: cómo hemos llegado a tener nuestras casas, cuántos profesionales entran en juego para que tengamos un lugar donde refugiarnos y sentir que es nuestro espacio. También esos momentos de ocio en que convivimos juntos en un sitio diferente, llevando nuestro hogar a cuestas...

Desde lo sentido y lo vivido en primera persona, disfrutando de aprender.







domingo, 20 de octubre de 2013

SEGURIDAD

Se meten en el papel de los personajes, como si fueran ellos mismos. Los cerditos, construyendo su casa, para protegerse del lobo. El malvado animal, cuyo objetivo es derribar su muro de protección, para comérselos. La complicidad de todos, sabiéndose a salvo dentro de la casa más fuerte, y la victoria final, al verse libres del peligro. Con los aplausos, vuelven a recuperar su YO niño, después de conjurar sus miedos en la confianza de que todo era ficción, y de que aquí, en su vida de verdad, no va a pasarles nada.






viernes, 11 de octubre de 2013

AL AIRE LIBRE

Nos gusta cambiar de aires de vez en cuando, salir de las aulas y alterar nuestra rutina del día, aunque sólo sea para ir unas calles más allá, a un pequeño descampado en el que explayarnos un poco.

Hoy, aprendiendo de casas diferentes, nos hemos acercado al bosquecillo de nuestro pueblo, con las tiendas de campaña, como el que va a la aventura. Alguno preguntaba si ahí se iba a dormir, otros que cuándo se comía... después de probar las viviendas ocasionales, unas carreritas, recoger bellotas... y volver al cole con una experiencia nueva en el bolsillo.

Deberíamos hacerlo más a menudo...









viernes, 4 de octubre de 2013

CREANDO A SU MANERA

Entre las actividades que resultan más atractivas en el aula para  niños y niñas está la de pintar. Pero pintar de verdad, no aquello de unas pinturitas que no manchen, o esos dibujos que hay que rellenar, sin salirse... Utilizar pinceles, grandes formatos de papel, colores que se entremezclan y de los cuales surgen nuevos matices. En una palabra: crear. En esos momentos no es necesario repetir que estén atentos, que no molesten a los demás, que... su propia obra les absorbe.

Es a nosotros a quienes nos cuesta preparar, recoger, organizar... Y además, es que esto de pintar no cuenta mucho, no son matemáticas, ni trazos entrenados para la escritura, no aparecerá brillantemente en ningún currículum. Sólo les hará disfrutar, y tal vez recordar, cuando sean más mayorcitos, cuánto les gustaba cuando pintaban en infantil.




sábado, 28 de septiembre de 2013

ATENCIÓN PLENA

A diferencia de nosotros, los adultos , los niños y niñas no viven nunca con el "piloto automático", no llevan a cabo acciones de manera mecánica porque simplemente, cuando algo no les interesa, abandonan. Por el contrario, la vida, lo pequeño, lo inesperado, atrae inmediatamente su interés, sus preguntas, sus ganas de saber.

Un animal fuera de lugar (en nuestro camino de salida del cole, en la mismísima puerta) suscita un enorme revuelo, no sólo entre los más pequeños; también los mayores de la escuela se han percatado ¡desde su ventana! de que "algo verde" se colaba dentro del edificio. Bajan corriendo hasta nuestra puerta, quieren cogerlo, observan cómo una de sus patas ha sido arrancada, se comprometen a ponerlo a salvo.

A la mañana siguiente se hablará con entusiasmo de lo sucedido, surgirán hipótesis, querrán saber más, de este y otros animales (¿y el camaleón? ¿me lo escribes? ¿lo dibujamos?), dando un giro nada programado a nuestro plan de maestros para el inicio de la mañana.

Por suerte, la espontaneidad nos trae estos pequeños regalos...