LLEGA LA NAVIDAD...

 ... con sabor de mazapán, como decía aquella canción de Miliki.

Con emoción y alegría para los más pequeños, a pesar de las dificultades que la situación sanitaria nos ha traído... Ellos son bastante ajenos y quizá lo llevan mejor que los adultos. Por eso, una llamada a mantener la ilusión, sin grandes celebraciones, pero conservando cálido el corazón.

Aquí os dejamos también alguna reflexión sobre los regalos; procuremos no caer en la exageración para compensarles... los niños tienen los ojos abiertos a lo más pequeño.

Que paséis buenos días.

¡Hasta la vuelta!

EL BUZÓN DE CORREOS LLEVA NUESTROS DESEOS

Estos días el tema candente en el grupo es la llegada de las Navidades, siempre muy especial para los peques. Reyes Magos, Papá Noel, Olentzero... cada cual según la tradición familiar que más conozca, pero todos llenos de ilusión.

Hemos aprovechado para hablar de la Carta, el buzón de correos, los libros de cuentos, y hacer una petición para nuestra aula. La climatología nos ha sido -increíblemente, después de tanto frío y niebla- propicia durante el tiempo necesario para hacer nuestra primera salida hasta la plaza del pueblo, y allí depositar nuestra carta en el buzón. De camino nos encontramos... ¡con la Cartera Real! así que ya no tenemos duda de que nuestra misiva llegará a su destino.

Qué emoción.... 

CUERPO Y MOVIMIENTO

 

Si hay algo que nos pertenece y acompañará siempre, es nuestro cuerpo. Es una puerta hacia el exterior, que nos comunica con los demás, y también a nuestro interior, donde conectamos pensamiento y emoción, sentimiento y acción, y lo expresamos con el movimiento, el gesto, la palabra.

Este es uno de los objetivos más importantes en la etapa de educación infantil. Desde aquí, y por medio fundamentalmente del juego, les ayudaremos a desarrollar sus capacidades, que irán poco a poco conquistando a lo largo de los años hasta alcanzar la edad adulta.

NUESTRO TIEMPO NO ES SU TIEMPO

Los adultos vivimos inmersos en la prisa. Hay que levantarse rápido, vestirse y desayunar para llegar al cole... A la vuelta corriendo a casa, que hay mucho que hacer, y en seguida llega la hora del baño para cenar y acostarse, que mañana hay que levantarse rápido...

Los niños y niñas no tienen nuestro sentido del tiempo. El único momento que existe es el presente. Ahora miro esa hormiguita que sube por el árbol, ahora juego con mis animalitos y mis muñecos, ahora estoy remoloneando para salir del baño porque estoy muy a gusto...  Cada momento es un regalo, que a veces no tenemos tiempo de desenvolver y tratar con mimo y cariño. 

Esto nos ocurre también a veces en la escuela. Queremos que aprendan muchas cosas, que hagan rápido sus rutinas, que se preparen para salir, para volver, para almorzar... También el profesorado tenemos que aprender a adecuarnos a sus ritmos. En su libro La pedagogía del caracol, Gianfranco Zavalloni nos habla de cómo hacer de la escuela un lugar tranquilo y no violento.

Vayamos pues, con más calma. Seguro que todo será más placentero y nuestros niños y niñas lo agradecerán.