SU VISIÓN Y LA NUESTRA

Es gracioso cómo funciona nuestra mente, la de los adultos, y qué diferentes ideas tienen los niños.

Cuando preparamos las propuestas de aula, pensamos en el uso ordinario de los objetos: la silleta para pasear al bebé, la bañerita para bañarle, el secador de pelo para secarlo, claro, las piezas geométricas para ordenarlas por formas y colores...
Así es que cuando vemos que cambian los juguetes del lugar al que los habíamos destinado, o los usan de forma aparentemente anárquica, nos ponemos un poco de los nervios.

Pero para ellos la organización del juego es muy diferente. Quieren mezclar, apilar, descolocar... ese aparente desorden no lo es en su manera de verlo. Están aprendiendo a conocer materiales, experimentando con ellos, reuniendo lo que conocen y reorganizándolo a la medida de su pequeño mundo para poder, de alguna manera, abarcarlo.

Probemos a dejarles. Eso sí, al final, a recoger cada cosa en su lugar, para poder recomenzar al día siguiente con orden y calma.

JUEGO SIMBOLICO

Los niños canalizan sus emociones a través del juego  y la manipulación de los objetos. Podemos observar cómo reproducen situaciones vividas o qué sienten en su interior. A veces verbalizan en voz alta lo que hacen, hablan de ellos mismos o de los personajes a través de los cuales nos cuentan lo que sienten.

En otras ocasiones tocan, extienden, trasvasan,  a través de sus dedos se expresan también.

Mira a tu hijo, a tu hija,  escúchale más que preguntarle, juega... déjale expresar sus emociones más que contenerlas. Ponle límites cuando sea necesario  sin sentirte mal por ello y déjale claro que siempre, siempre, haga lo que haga,  le quieres.

AHÍ ANDAMOS...

Poquito a poco, acostumbrándonos a estos nuevos espacios, adultos, horarios, compañeros. Unos días mejor, otros nos cuesta más... cada paso adelante es un desafío: conocer el patio, otras profesoras, estar más ratito, ya sin la familia... normal, todo normal.

Su llanto, aunque nos entristezca, es la manifestación de una emoción, como la alegría, la sorpresa, la ira... Hay que aceptarlo y acompañarlo. Duele, pero se pasa. Lo sabemos... pero nuestro corazón se apena. No os preocupéis. ¡Pasará!

Como dice la canción "Gracias a la vida, que me ha dado tanto, me ha dado la risa, y me ha dado el llanto..."

INICIO DE CURSO, CON ILUSIÓN

Y ya estamos de vuelta. Ahora, además, con un nuevo grupo de niños y niñas, familias a las que estamos deseando conocer, a quienes abrimos nuestras puertas de par en par.

Los primeros días -lo sabemos- no van a ser fáciles. Muchas emociones contenidas y otras expresadas enérgicamente, que darán paso, con el tiempo, a un clima más sosegado.

Desde este rincón os lo iremos contando, semana a semana.


Que disfrutéis.