Poquito a poco, acostumbrándonos a estos nuevos espacios, adultos, horarios, compañeros. Unos días mejor, otros nos cuesta más... cada paso adelante es un desafío: conocer el patio, otras profesoras, estar más ratito, ya sin la familia... normal, todo normal.
Su llanto, aunque nos entristezca, es la manifestación de una emoción, como la alegría, la sorpresa, la ira... Hay que aceptarlo y acompañarlo. Duele, pero se pasa. Lo sabemos... pero nuestro corazón se apena. No os preocupéis. ¡Pasará!
Como dice la canción "Gracias a la vida, que me ha dado tanto, me ha dado la risa, y me ha dado el llanto..."
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