domingo, 5 de octubre de 2014

POR SU CUENTA

Nos parece que necesitan nuestra dirección y supervisión constante  para que lleven a cabo sus tareas, pero cuando algo verdaderamente les interesa el adulto sólo está ahí para aportar material, para reorganizar ligeramente lo que ya han hecho, para aquello que necesita un empujoncito... y ya.  Pienso que a  veces incluso estorbamos, en nuestro afán de darle un "barniz pedagógico" a todo lo que hacen por el puro placer de hacerlo.

Da gusto verles así, sin miedo a equivocarse y pensando que todo es posible. Ójala supiéramos mantenerlo con el paso de los años...





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