Esa idea de los niños gritones y alborotados que a veces tenemos, no cuadra con estos momentos tan agradables que disfrutamos muchas veces en el aula.
Sin interrumpirse ni molestarse, cada uno a lo suyo... aprendiendo y jugando, sin estridencias.
Como veis, no es necesario vivir en un
Cantajuegos permanente...
No hay comentarios:
Publicar un comentario