" A mí me dan miedo muchas cosas: los monstruos, los zombies, los fantasmas..."
"Yo, cuando quiero levantarme a hacer pis, primero enciendo la luz y luego me doy la vuelta y la apago"
"Pues yo me aguanto toda la noche, porque si no se despierta mi hermanito..."
"Yo tengo muchas pesadillas..."
"Mi hermana viene a mi cama porque tiene miedo"
"Yo estoy con la tele hasta que me duermo"
"Mi papá viene con una linterna"...
Así van contando sus experiencias de miedo y las estrategias para tratar de superarlos.
No debemos minusvalorar sus temores, sino hacerles entender que son normales, asegurándoles que los monstruos no existen -nada de buscarlos debajo de la cama ¿acaso pueden estar ahí?- ni los fantasmas, ni los zombies... Los lobos están donde les corresponde, en su hábitat natural o en nuestros cuentos, así como ogros, brujas, duendes...
Aún así, es sano y natural pasar por estos temores, una etapa que superarán.
Aunque...¿quién no tiene pesadillas de vez en cuando? Si abrimos los ojos en la oscuridad, probablemente nuestro instinto nos avise de posibles peligros, y nos taparemos un poco más...
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