Las emociones que se ponen en juego al escuchar -y al contar, como habéis experimentado quienes habéis participado en las pasadas semanas en el cole-- un cuento son muy diversas.
Un inicio interesante, un conflicto a solventar y un desenlace, normalmente, feliz para el héroe. La tensión se mantiene y los niños y niñas están atentos y emocionados hasta el final.
El otro día en clase leímos un cuento algo diferente. Se titula Tío Lobo, y es una versión peculiar de Caperucita -en este caso llamada Carmela- quien por su glotonería no termina bien del todo...
A los niños se les recalca que los cuentos son fantasía, que esto no ocurre nunca en la realidad, para disipar sus temores. Aun así, la historia les atrae y la piden una y otra vez... a pesar de sus recelos con el final de la historia.
Y el mismo día, para suavizar tensiones, hemos conocido una tierna versión de la canción de Los tres cerditos interpretada por Rosa León, con la que han disfrutado mucho.
Aquí os dejo unos enlaces para que podáis conocerlos.
Sigamos fomentando su interés por escuchar cuentos e historias; de ahí vendrá después el deseo de leerlos.
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