Como ya hemos mencionado en otras ocasiones, no es necesaria una gran oferta para atrapar la atención de nuestros pequeños. Una planta que pasamos de un tiesto a otro, unos casi invisibles gusanos de seda que van creciendo y vemos cómo hacen su capullo...
Pueden pasar largos ratos observándolos en su caja, viendo el misterio de la vida. Sin alborotos, colorido, premios... Sólo observar. Y aprender, aunque no lo apreciemos aún, mucho.
Pensad en qué cosas recordáis con nostalgia de cuando fuisteis a la escuela...
No hay comentarios:
Publicar un comentario