Hace tiempo ya en que, por suerte, estamos en una nueva época. Un tiempo en que no se encasilla a hombres y mujeres, a niñas y niños, por sus preferencias.
¿O aún no?
En la escuela tratamos de dar todas las opciones a todo el alumnado. Que cada cual juegue, experimente, interaccione... donde más le apetezca, siempre teniendo ofertas variadas y animando a probar y conocer.
Respetando voluntades pero no cerrando puertas. Así estaremos más cerca de una sociedad abierta y sin prejuicios. Sin forzar, pero sin limitar.
Atentos pues, a los juguetes que regalemos estas Navidades...
Pocos, de calidad, sin prejuicios y lo menos estructurados posibles.
Una buena caja de cartón en la que refugiarse, marionetas, muñecos, juegos de construcción, materiales para fomentar la creatividad...
Evitemos estereotipos, contaminación y consumo exagerado.
El futuro nos lo agradecerá.
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