lunes, 2 de diciembre de 2019

EDUCAR CON CORAZÓN



En esta ocasión vamos a hablar de emociones, pero desde nuestro papel como adultos que educan y se ponen en la piel del niño.

En el V Congreso de Educación Emocional celebrado el pasado 23 y 24 de noviembre -organizado por la asociación "Padres formados" -  yo he aprendido mucho, y creo que, como yo, las casi trescientas personas -docentes, padres y madres y otros profesionales de la educación- que ahí estuvimos.
A lo largo de esos dos días escuchamos ocho fantásticas  ponencias en las que nos transmitieron la importancia de la educación emocional para poder aprender, pero sobre todo, para saber vivir.

Me quedo con algunas frases, que aquí os dejo para la reflexión:

-el niño tiene necesidades fisiológicas, afectivas, cognitivas y sociales que debemos satisfacer. Una necesidad no es un capricho, pero tenemos que saber diferenciarlos.

-el adulto tiene que estar disponible (físicamente presente), accesible (a disposición siempre que el niño le necesita) , ser capaz de sintonizar -empatizar, comprender- con la emoción del niño y ser responsivo (dar respuesta a la necesidad del niño).

-la ausencia de límites es otra forma de maltrato infantil. Debemos ofrecer: ternura, disciplina y comunicación. Es decir, un equilibrio de flexibilidad y firmeza, aderezado con amor.

-el error es bueno: la equivocación como base para aprender y construir un adulto con una autoestima sana, que es más feliz y hace más feliz a los demás.

A las papás, mamás, educadores... no se nos pide ser superhéroes, pero sí dar, entre todos,  lo mejor en cada momento. Y cuando nos cansemos... comprendernos y no castigarnos con autorreproches.

Somos humanos. Vamos a tratar de mejorar, cada uno desde donde podamos,  la humanidad de la que formamos parte.




Aquí os dejo un par de imágenes del Congreso, y una pequeña charla de uno de los ponentes que nos puede ayudar.







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