Aunque de forma parcial - no con todo el material, y cuidando escrupulosamente las medidas de higiene pertinentes- hemos retomado nuestra actividad en la sala de psicomotricidad.
Esa emoción contenida, antes de lanzarse hacia el muro y tumbarlo, la construcción de espacios nuevos, de relaciones, el tiempo final de relajación y descanso... se merecían, por fin, estos momentos.
Aquí estamos, en pleno disfrute.
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