No siempre comunicamos nuestras preocupaciones, necesidades o deseos de manera directa; a veces es bueno valerse de un elemento transicional, que habla por nosotros, se ríe, llora, cuenta lo que le pasa.
Los títeres y marionetas son un recurso excepcional para utilizar en el aula, que permiten momentos de diversión pero también de catarsis sin censura, en el que los personajes hablan a través nuestro. ¿O soy yo quien hablo?
Otra forma de comunicar y de escuchar...
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