La creatividad, la sorpresa, la imaginación... romper con lo habitual y lo previsible para dar paso a una explosión de movimiento y expresión libre.
Con un fondo musical potente (Carmina Burana, de Carl Orff) entramos traspasando una cortina mágica sin saber qué nos espera al otro lado. Ahí nos encontramos con objetos cotidianos (papel, periódico, cartón, tiras de color, piezas de ajedrez, bambú...) colocados ordenadamente. Al principio, prudencia y pudor. Algunos caminan tímidamente entre las piezas, otros comienzan a correr, hasta ver que todo se puede tocar, lanzar, manipular... terminando en una explosión catártica de alegría.
Después, recogemos entre todos en unos minutos, y comentamos nuestra experiencia.
Tranquilos, contentos y relajados, volvemos al aula...
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