Estos primeros años de vida suponen grandes cambios en el terreno de lo físico, lo intelectual, lo emocional... En este último aspecto, el niño pasa de ser el centro y única referencia de su mundo a conocer a quienes le rodean, pasando del círculo íntimo familiar al de la escuela. Aquí es donde entran en juego diferentes habilidades y mecanismos de adaptación al medio. Otros adultos, diferentes de sus padres y familiares más cercanos, y sobre todo, otros niños y niñas con quienes irá estableciendo relaciones hasta alcanzar una edad en que podamos hablar de vínculos de amistad.
Nuestro papel será acompañarles en los primeros pasos que les ayuden a abrir sus puntos de vista, a respetar y ver cómo se siente "el otro" para así ir desarrollando la empatía, a ponerse en el lugar de los demás, aprendiendo a compartir y a disfrutar de la compañía de quienes más adelante, serán sus amigos del alma por muchos años.
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