Con cuatro palitos, papel, rotulador y tijeras, y sobre todo, imaginación, preparan en un pis-pas un espectáculo de marionetas. Inspirándose en el cuento de la oveja Shaun - Shaun the seep- nos divierten improvisando un escenario, colocando las sillas para los espectadores, incluso reservando sitio para los que de momento están ocupados en otros menesteres...
Juegan muy en serio.
Porque jugando, creámoslo, aprenden.
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