sábado, 6 de octubre de 2018

AFINAMOS NUESTROS SENTIDOS


Marta,  compañera que ha compartido con nosotros estos primeros -y a ratos complicados- días de cole (gracias desde aquí, por tu gran ayuda),  acude hoy al aula con sus instrumentos: la flauta travesera, y el de divertido nombre, el ukelele.

Nos cuenta una bonita historia sobre este último, y nos explica cómo es el instrumento. También la flauta travesera -¡yo tengo una en casa! dice una niña-: cómo se monta, la forma de soplar, de colocarla...Jugando, escuchan la diferencia entre ambos instrumentos -cuerda, viento- y disfrutan.

Todo niño, toda niña, de una u otra manera se siente fascinado por la música, el baile... La atracción del sonido, la imagen y la palabra les mantiene atentos y tranquilos.

La escuela haría bien en incluir con más dedicación y horas esta materia, que va más allá de aprender unas nociones básicas. Sí, las matemáticas, el inglés... son importantes. Pero el placer del movimiento y la educación del oído y el cuerpo, son también parte fundamental del aprendizaje.

Como dice el experto en el desarrollo del potencial humano,  Ken Robinson, en su libro, El Elemento -muy recomendable, por cierto-: "todo niño tiene derecho a aprender a bailar. Es un lenguaje increíble. Creedme, estos no son el tipo de niños que acabarán metiéndose en problemas".

Bailar, tocar un instrumento, cantar, pintar, escribir... El arte alimenta nuestro interior, y nos hace mejores personas. Tengámoslo en cuenta en la educación de nuestros hijos.








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