De vuelta al aula tras este paréntesis navideño, el reencuentro tiene algo de especial. Recordamos haber dejado a Feroz en su casa-bolsa, a la espera de nuestras asambleas. La sorpresa llega al aparecer una caja con unos cuantos amigos más: Niño, Arlequín, Abuela, Señor... nuevos personajes a los que damos vida con nuestros movimientos y voces, en quienes volcamos nuestros miedos y los conjuramos con finales felices...
Las marionetas son una forma magnífica de expresión que ayuda a los niños a confrontar sus preocupaciones y le desinhiben, hablando a través suyo. No es necesario casi nada; con unos trozos de papel, una tela y un palito, se apañan.
Probadlo, os lo recomiendo. Eso sí, jugad con ellos, y observad el resultado. Os sorprenderéis...
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