jueves, 8 de abril de 2021

CUIDADO CON LOS VIDEOJUEGOS...

 Ya hemos hablado en anteriores posts del peligro que suponen las pantallas a edades tempranas. Resulta realmente alarmante ver cómo cada vez la edad de uso de distintos aparatos -móvil, tablet, play, ordenador...- es más baja. Los vemos en cualquier lugar: en la peluquería, en la terraza de un bar, en sus conversaciones... Juegos que entretienen pero que conllevan riesgos, además de los de la propia utilización, como el de eliminar otro tipo de entretenimientos más sanos y creativos.

Quiero trasladar aquí parte de un artículo que he encontrado en el que se analiza un juego, Fortnite, que en ningún caso debe usarse en menores de 12 años, pero del que, lamentablemente, oigo hablar a menudo a algunos niños que no llegan a los 6 años. 

“Solemos pensar que el Fortnite es más apropiado para los niños, puesto que no tiene imágenes de sangre y la estética es parecida a la de los dibujos animados. Sin embargo, el juego sigue teniendo un grado medio de violencia. Es decir, la esencia del juego no deja de ser la de matar a todos y quedar campeón por hacerlo.

¿Por qué este videojuego Fortnite resulta tan adictivo para los niños?

Son varias las razones por las que el Fortnite es tan adictivo para los niños. En primer lugar, se trata de un juego gratuito, por lo que resulta más accesible para los más pequeños (si bien también se pueden comprar distintos elementos en el juego).

Sin embargo, el videojuego tiene muchos otros elementos que atraen a este tipo de público. Los gráficos son de buena calidad, tiene humor, existen unos bailes que se han popularizado en todo el mundo, las continuas actualizaciones con nuevas opciones de juego o diferentes tipos de 'skins' (que sí que hay que pagar). De hecho, engancha tanto que ya hay muchos niños que reciben su paga en 'pavos' que es la moneda oficial del juego.

Además, al tratarse de un juego corto y rápido (puesto que, por ejemplo, en la modalidad de Battle Royal solo tienes 'una vida') es fácil caer en la trampa de 'una vez más' o 'una partida más'. A medida que los niños aprenden a jugar y sobrevivir dejan de lado la sensación de haber perdido para ir acercándose a la sensación de 'casi ganar'. Esto hace que el deseo de ganar sea muy potente y quieran jugar de nuevo.

Ante el miedo de no saber separar lo que es un hobby de una adicción muchos padres se preguntan si sus hijos son adictos a las pantallas. El psicólogo Borja Quicios habla de adicción desde el momento en el que los videojuegos le restan tiempo a otras actividades como el estudio, el deporte o la interacción familiar. Es en este momento cuando podemos empezar a preocuparnos.”

(fuente: guiainfantil.com)



 

Estamos a tiempo, pues, de intervenir en caso de ver que el uso de las pantallas se nos va de las manos. Recordemos que no son una niñera, sino medios para utilizar con cabeza y con medida. 

Nosotros, los adultos, estamos ahí para asegurarnos de su buen uso.

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