Nos hemos convertido en unos urbanitas.
Nosotros, los que hasta hace nada pasamos la infancia en la calle, recorriendo con la bici caminos vecinales, saltando a la cuerda, pinchándonos en un camino de ortigas... ahora vivimos como si la naturaleza fuera un accesorio más de nuestras vidas, marcadas por la era de la informática y los innumerables atractivos (ver posts anteriores) de las pantallas.
Nada de esto puede sustituir la curiosidad ante lo simple y al mismo tiempo asombroso de la vida que se esconde en lo pequeño, en un puñado de semillas que pronto germinarán dando paso a una planta que nos acompañará con su belleza o nos alimentará.
Gracias a la aportación de una madre del aula, estos días hemos sembrado, regado y resuelto -con la ayuda de niños y niñas, sin duda mucho más expertos que quien suscribe- preguntas sobre el crecimiento , cuidados y desarrollo de las plantas.
Ahora, a observar y esperar. Con los ojos nuevos que teníamos cuando éramos niños. Con la mirada fresca de la infancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario