¿Por qué no llueve hacia arriba? ¿Por qué el cielo no es amarillo? Así comienza su conferencia Catherine Lecuyer, doctora en Educación y Psicología, quien nos habla con gran acierto de otra mirada a los niños en la educación.
Las preguntas de los niños, en sus inicios, tienen más que ver con el asombro que con la necesidad de una respuesta inmediata, pero esta curiosidad se convertirá en motor de aprendizaje. El asombro, dice, es no dar el mundo por supuesto. Y con él la capacidad de ver la belleza, algo innato que por desgracia, con los años podemos perder.
O dejo aquí una pequeña charla que merece la pena escuchar.
Seguro que nos proporciona nuevas claves para nuestra mirada a la infancia, y de paso, al mundo.
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