Hay muchos juegos con las palabras que todos conocemos de cuando éramos pequeños, que solo precisan tiempo y un poco de imaginación. Me vienen a la memoria unos cuantos:
-el teléfono: utilizábamos un par de envases de yogur unidos por un hilo; una persona hablaba al vaso y la otra escuchaba, tratando de mantener una conversación.
-el disparate: uno de nosotros pensaba una palabra y la decía rápido y bajito al oído del de al lado, hasta dar la vuelta al grupo y averiguar cuál era.
-"de la Habana ha venido un barco cargado de..." colección de palabras relacionadas con un tema (frutas: naranja, pera, plátano, cerezas...). Quien repite, espera un turno.
Y otros en los que justamente la palabra callaba y los gestos eran lo único que podíamos utilizar: a adivinar películas, cuentos, historias. A imaginar.
Vamos a enseñar y practicar estos juegos, buenos para la creatividad, la memoria, la atención, y sobre todo, para pasarlo bien en familia. Ahora que podemos. Crecen muy deprisa....


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