Hoy he pasado por la escuela para preparar unos materiales. Qué sola y vacía está, sin el alboroto de los niños, sin los profes de un lado a otro, atareados siempre, sin esos padres y madres que vienen o van, sin el comedor, sin bullicio en los patios...
La escuela sin infancia es un absurdo.
Ójala que pronto volvamos a vernos en las aulas, con niños y niñas que pululen por los pasillos, ójala estemos tan cansados que deseemos que llegue el viernes, para volver el lunes otra vez con ganas.
¡Hasta pronto!

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