martes, 12 de mayo de 2020

¿IMPORTA LA EDUCACIÓN INFANTIL?


Es curioso escuchar, cuando se habla de educación, que los primeros seis años de vida son los más importantes en el ser humano, por su desarrollo cerebral, emocional, motor, afectivo...
Si preguntas -tanto a profesionales de la educación como a legos en la misma- todos te dirán cuánto valoran esta etapa.

Pero hete aquí que, a la hora de la verdad, las escuelas infantiles -0-3 años- han sido durante mucho tiempo consideradas como meras guarderías, y las aulas de 3 a 6 años, lugares donde ...¿ juegan? ¿cantan? ¿hacen fichitas de muchos colores?. Y cuanto más cerca de los 6 años, copian, leen, escriben números, y ahora... hasta saben inglés/francés/alemán...

Parecía que estábamos empezando a ser valorados, como etapa en sí misma, no sólo para entrenarnos para la educación "de verdad", la de aprender "en serio", sino como unos años fundamentales que dejarán una importante huella para el resto de su escolaridad y de toda su vida.

Ahora, se está debatiendo sobre cómo -y cuándo- será la vuelta a las aulas. Se habla mucho de tecnología, clases on-line, se imparten a toda mecha cursos a docentes para "la nueva normalidad"; el que sabe y puede, adelante, el que no... adelante también.

¿Y los niños y niñas más pequeños? ¿pensamos que con fichas, vídeos, vamos a educarles? cómo les daremos el calor que necesitan, los amigos, sus juegos, el consuelo? ¿ A través de una pantalla?

En ningún momento he leído ni escuchado ninguna propuesta seria al respecto de este tramo educativo, que incluya aumento de profesorado, espacios más diáfanos, apoyo emocional a maestras y familias.
Parece que con unas mascarillas, jabón  y una conexión wifi tiraremos para adelante.

Desde aquí, una llamada a las familias, expertos y cargos de la administración en cuyas manos estamos.

No tiremos por la borda todo lo alcanzado.

Para nosotros, profesionales de la educación, esto no están siendo unas vacaciones. Echamos de menos a nuestros niños, y queremos hacerlo lo mejor posible en el periodo que se avecina.

Las maestras y maestros nos lo tomamos muy en serio, porque amamos nuestra profesión.
Como dice Carmen Díez Navarro "un maestro ético es el que se toma su trabajo como algo muy serio y muy alegre. El que considera a sus alumnos como personas a las que acompañar en sus aprendizajes y sus sentimientos, el que se anima a escucharlos, a respetarlos y a hacerles un hueco en su corazón".

Queremos hacernos oír.
Y escucharles.



Gianni Rodari



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