NADA ES IMPOSIBLE

El candidato español hace unos años al premio Global Teacher Prize (equivalente al Nobel para los docentes) al mejor maestro del mundo, César Bona, habla estos días sobre lo importante y lo secundario en la educación.

César, trabajador "de pueblo" es un auténtico aliado de los niños.un entusiasta de la enseñanza desde la ilusión. Defiende la importancia de la creatividad, la cercanía, la alegría ante los pequeños descubrimientos de cada día. En su libro La nueva educación da muestras de su buen hacer con anécdotas divertidas y propuestas novedosas desde la simplicidad. Cuenta, por ejemplo, cómo consiguió la reconciliación entre dos familias de un pequeño pueblo por medio de la colaboración entre ambas para preparar una película de cine mudo con los pequeños. O el éxito cosechado por un alumno de etnia gitana con el que negociaba cada día ratos de trabajo con momentos para tocar el cajón en clase. O el niño que dio una conferencia cuando apenas se atrevía a hablar... y así incontables historias que conmueven por el amor que destilan.

Si leyera estas líneas diría que no es él, sino los niños y niñas, quienes  le enseñan y alcanzan logros de este calibre.

Quedémonos con estas palabras:

"Encontraremos piedras en el camino, hagámonos a la idea, pero compartir el mundo de los niños nos ayuda a entender que nada es imposible".

Un rayo de optimismo en estos tiempos de incertidumbre.