Entre las lecturas que me acompañan en estos días he encontrado un librito titulado "100 ideas para que tus hijos sean autónomos" (Anne Bacus). Me ha gustado mucho el capítulo 2 titulado "Plantar las raíces. El amor es la base". En él nos habla del amor sin condiciones, de que, para llegar a ser autónomo, un niño necesita sentirse incondicionalmente amado y acogido con ternura.
Eso no quiere decir ser permisivo, no poner límites, dejar pasar conductas inadecuadas... Al contrario, una crianza sana pasa por ayudarle a crecer, pero siempre sin el chantaje (mamá se pone triste si... pues ya no te quiero... eres mala...). Nuestros hijos e hijas tienen que tener claro que lo que queremos es entender y ayudarles a corregir, si es necesario, su conducta, pero que, pase lo que pase, SIEMPRE serán queridos.
Hay un álbum ilustrado precioso precisamente con este título Siempre te querré, pequeñín, de Debi Gliori.
Aquí os lo dejo. Espero que os guste tanto como a mí.
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